La presencia y proximidad de la Universidad Pública es clave para el desarrollo productivo regional, aportando conocimiento y valor a la industria nacional.
Como parte de su práctica profesional supervisada, Hernán Méndez, graduado de la carrera de Ingeniería Electromecánica de la UNAJ, se vinculó con la empresa Recomar, de Berazategui, y desarrolló un producto innovador que permite a la firma ganar competitividad en el mercado interno y en el exterior.
Ante la necesidad de encarar su Práctica Profesional Supervisada (PPS), la instancia final obligatoria de la carrera, Hernán consultó a ADIMRA, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina, por quienes fue becado durante toda su carrera.
Por consejo de la Asociación, y del coordinador de la carrera, el Ingeniero Guillermo Bauer, Hernán llegó a Recomar, donde trabajó durante un año en el desarrollo de su proyecto enmarcado en la PPS de la carrera.
Asentada en el Parque Industrial Plátanos de la ciudad de Berazategui desde hace 25 años, Recomar es una empresa dedicada a la producción de máquinas y moldes para la industria del premoldeado de hormigón.
El proyecto, llevado adelante por Hernán junto al equipo de la empresa, consistió en desarrollar una bloquera económica y versátil, que pudiera competir con otros productos existentes en el mercado local y, a su vez, fuera fácil de manejar.
Se trata de una bloquera económica, comparada con las que existen en el país. A diferencia de éstas –en su mayoría automáticas o semiautomáticas–, la desarrollada por Hernán junto al equipo de Recomar es hidráulica.
“Es una máquina que genera bloques de hormigón portantes, de uso manual. Por lo tanto, es una buena opción de compra en comparación con otras bloqueras”, explicó el Ingeniero.
“El desarrollo incluyó todo el sistema hidráulico con las mejoras y las facilidades para que sea accesible y fácil de operar para cualquier cliente que quiera crecer en el rubro sin tener un conocimiento específico de maquinarias”, detalló Marcela Rauzi, directora de Operaciones de la empresa.
El impacto de la articulación Universidad-Empresa
“Tener una interconexión con la Universidad fue un paso muy importante para nuestra empresa y para todo el rubro”, agregó Rauzi.
El desarrollo permitió a la firma ganar competitividad en el mercado interno y mejorar sus condiciones para exportar su producción a nuevos mercados en el exterior.
“Para la industria PyME es esencial estar conectados con la universidad. Es de donde sacamos los buenos recursos para poder crecer y poder competir en otros mercados”, destacó la empresaria.
Por su parte, Dionisio Rauzi, uno de los socios fundadores de Recomar, celebró la vinculación con la Universidad “y en especial haber contado en este último tiempo con la presencia, la ayuda y el trabajo de Hernán”.
La importancia del trabajo en equipo
“El nivel educativo de la UNAJ es fenomenal, he aprendido muchísimo”, consideró Hernán acerca de su paso por la Universidad.
En cuanto a su trabajo en la empresa explicó que ingresó “conocimientos sólidos, pero a lo largo del trayecto” ganó muchos otros que le permitieron crecer como profesional.
Uno de los aspectos que más destacaron de él en la empresa es su apertura para aprender y su capacidad para trabajar en equipo: “Él hizo el diseño y el desarrollo, pero eso necesitó del trabajo en equipo entre los proyectistas, los soldadores y mecanizado”, explicó Rauzi.
Esa capacidad le permitió “liderar todo lo que implica llevar a la acción una idea, bajarla a la realidad y trabajar en equipo para que llegue a buen puerto. Eso fue lo más importante del trabajo que desarrolló Hernán en Recomar. Hoy es un recurso importantísimo en nuestra fábrica y nos ayudó a crecer”, agregó.
La empresa
Recomar es una fábrica asentada hace 25 años en el Parque Industrial Plátanos. Entre otros productos, fabrica las máquinas Rauzi, que comenzaron a producirse hace 100 años en Italia.
En 1945, la empresa se instaló a la Argentina y, con algunas interrupciones, fue adaptándose a los distintos momentos que tuvo en país.
En palabras de su directora, hoy el objetivo de la empresa sigue siendo el mismo: “hacer máquinas cada vez mejores, cada vez más simples de operar. Que no necesiten de un gran recurso técnico que opere la máquina sino que sea accesible a una persona que quiera invertir y que quiera crecer y desarrollarse con tecnología fabricada en Argentina”.
Además de las máquinas Rauzi, fabrican moldes para la industria del pre-moldeado de hormigón: bloqueras, adoquines para hacer hormigón, moldes para hacer caños de hormigón, conductos, postes de hormigón pretensado, viguetas y todo lo relacionado con el pre-moldeado de hormigón.
En la actualidad trabajan en la empresa 25 personas, entre ellas Hernán, Ingeniero Electromecánico UNAJ.