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El Curso de Preparación Universitaria comenzó el 1 de febrero. Como sucede en los últimos años más de nueve mil ingresantes optaron por la Universidad Nacional Arturo Jauretche y cursarán durante dos meses este trayecto inicial que les permitirá una mejor inserción en la vida universitaria.

A siete días del inicio del Curso, las autoridades de la universidad hacen un primer balance de la marcha del CPU, un desafío organizativo que año a año se afina para recibir a la creciente cantidad de estudiantes que elijen estudiar en la institución.

El rector de la UNAJ, Ernesto Villanueva, remarcó los datos característicos de este inicio de clases. Más de 9.200 inscriptos que optaron preferentemente por carreras como Kinesiología, Enfermería, Administración, Trabajo Social e Ingeniería en Informática, que fueron las más elegidas. Además subrayó el bajo nivel de deserción respecto de años anteriores y el mayor grado de información sobre las características de la institución y su propuesta académica que demuestran los ingresantes. Esto confirma que “la Universidad está totalmente arraigada en nuestra región”.

“Este año ha sido un inicio de clases con una normalidad extraordinaria”, destacó Villanueva, quien felicitó al equipo del Instituto de Estudios Iniciales por garantizar un comienzo sin inconvenientes para los miles de ingresantes que iniciaron sus clases el primer día de febrero. “Ese día por la mañana había miles de estudiantes, era muy impactante la cantidad de personas que estaban circulando. Siempre el primer día es complejo pero la verdad es que no hubo ningún problema”, comentó.

Entre otros datos para tener en cuenta figuran una disminución del promedio de edad de los estudiantes y la preponderancia de las mujeres, en particular en las carreras del Instituto de Ciencias de la Salud. “La pirámide etaria de nuestros estudiantes va disminuyendo, cada vez son más jóvenes, ahora el promedio está en 26 años pero un 57 por ciento tiene como máximo 24 años. Dos tercios de los estudiantes de la universidad son mujeres, proporción que crece en el área de Salud hasta las tres cuartas partes y disminuye muchísimo en el área de Ingeniería donde la mayoría son hombres, como ocurre tradicionalmente”, explicó Villanueva.

La emoción del inicio y la organización de la bienvenida

“Siempre nos llena de mucha emoción los inicios, ver llegar a todos los estudiantes a las 9 de la mañana y hasta las 10 de la noche la universidad llena toda de nuevo, yo creo que a nosotros nos estimula mucho” dice Carolina González Velazco, Directora del Instituto de Estudios Iniciales y destaca la manera en que año a año mejora la organización del primer trayecto de los futuros estudiantes de la UNAJ.

“Para nosotros cada CPU es como una gran apertura en el sentido concreto de la palabra. Y para este año, dado el contexto general en el que estamos, nos preocupaba que funcionara todo mejor que nunca porque sabemos la difícil situación que todos estamos atravesando y sobre todo nuestros estudiantes”, comentó y destacó la perspectiva de inclusión desde la cual se concibe el Curso. “El CPU sigue teniendo un sentido de inclusión, de apertura con un sentido de calidad, esto es, de ofrecer las herramientas necesarias para iniciar la trayectoria universitaria cuando arranque el primer cuatrimestre”, explicó.

Por su parte, la coordinadora del CPU, Paloma Catalá del Río, destacó el trabajo articulado de toda la comunidad universitaria para recibir de la mejor manera a los ingresantes. “Tenemos varias áreas de la universidad trabajando en conjunto, eso nos permite recibir a los alumnos de forma organizada. Trabajamos con los docentes que tienen formación previa, los trabajadores no docentes de la universidad y con el Centro de Estudiantes y las agrupaciones estudiantiles”. También se refirió a la importancia de lograr una adecuada planificación de aulas “que nos permite que los estudiantes encuentren fácilmente el lugar donde van a cursar” y destacó la importancia de contar con el nuevo edificio Pistarini que permitió albergar a los estudiantes del CPU.

Ser receptivos y saber qué conocen los aspirantes sobre la universidad es otra de las claves para que el CPU funcione, dice la Coordinadora del Ciclo: “Nos encontramos con que saben mucho sobre la oferta académica, saben cómo funciona. Esto no pasaba en los primeros años de una universidad tan joven. Muy rápidamente el boca a boca hace que sepan cómo funciona, por qué vienen, qué tienen que cursar y cómo, cómo es la relación con los docentes y sobre todo que sienten que es una institución que los está esperando”.

El CPU tiene tres materias: Matemática, Lengua y Taller de Vida Universitaria y se cursa durante siete semanas. No es eliminatorio, y su única condición es la asistencia. Este diseño busca fomentar en los estudiantes el compromiso. “Y el compromiso es venir a la universidad, lo más importante para que el vínculo se genere y crezca es estar en la universidad”, señalan.

Con este objetivo se intenta acompañar el CPU con una serie de actividades articuladas con el Centro de Política y Territorio, como presentaciones, charlas, actividades deportivas y, como novedad para este año, una fiesta de cierre del CPU, “actividades que permitan que los estudiantes se sientan que esta universidad es de ellos, que se construye en esa experiencia de estar en la universidad y con otros compañeros”.

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