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Gabriel Moreyra


— Nota publicada el 23 de diciembre de 2016 —

Todos esperan nerviosos. Es un día importante. Los padres de Gabriel miran con ojos de emoción a su hijo. Gabriel Moreyra ya es ingeniero. Es el primero de la familia y el primero en su especialidad de la UNAJ. El orgullo de este logro se respira en el aire.

Le avisan a Gabriel que el rector de la universidad quiere estar presente y saludarlo. Él, con mucha humildad y evidente alegría, asiente ante la propuesta. Todos ya presentes el coordinador de la carrera, Ing Fernando Frígoli cuenta que Gabriel ha sido un estudiante destacado, que participó en muchas actividades de la carrera y que su mérito tiene un gran valor porque se trata de una carrera “dura, árida”.

Gabriel cuenta anécdotas de cómo fue este camino difícil, al principio quizás impensado para él. Cómo su mamá le decía que era más importante que entendiera a sacarse una buena nota y cómo su papá, que es de oficio maestro panadero, buscaba motivarlo recordándole que tenía que estudiar para no tener “que agarrar la canasta de pan, que siempre estaba esperándolo”.

El flamante ingeniero dice  emocionado: “No me cabe en el corazón tanta alegría. Haber llegado hasta acá es algo impensado. Cuando empecé hace seis años no entendía muchas cosas de la universidad, esto de venir presentarse o no, qué eran los finales. Para mí fue un mundo nuevo, rendir materias, las correlatividades”.

El último desafío de la carrera fue realizar la Práctica Profesional Supervisada que tuvo lugar en la empresa Zucamor SA, Planta de envases Ranelagh. El coordinador de la carrera comenta que su desempeño fue “desatacado”. Quien lo evaluó – cuenta – es un ingeniero jefe de producción de la empresa. “Es alguien que conoce muchísimo y sabe cuándo un ingeniero va a ser útil para la parte técnica, y Gabriel hizo muy buen trabajo. Es la opinión de un ingeniero que es muy riguroso y puso todo sobresaliente en la evaluación. Cuando le consulté sobre qué le faltaba y me dijo que desde el punto de vista técnico no le faltaba nada. Eso fue una satisfacción”.

Frígoli también remarca que este logro representa una satisfacción tanto en el aspecto institucional de la carrera como en lo personal. “Me siento feliz porque yo estoy acá desde el principio, desde 2010; estuve en el proyecto institucional de la universidad, en la organización de Ingeniería Electromecánica y ahora encuentro que tenemos nuestro primer ingeniero. Una carrera particularmente dura, árida pero con mucha salida laboral”.

Gabriel Moreyra

 

Agradecimiento

“Solo puedo decir gracias a Dios. También agradecer a la familia, apoyo docente, los compañeros que supe conseguir y amistades. No puedo entender cuanto cariño y afecto puede expresar una persona y creo que a lo largo de todos estos años encontré tantas muestras de cariño, como que te regalen un café como que me presten una carpeta por un día que había faltado. Creo que el compañerismo fue fundamental y el constante apoyo de los docentes que nos decían “pregúntennos cuando no entienden algo”. Y coordinadores, directivos. Todos los chicos de la universidad, toda la familia de la UNAJ”.

El ingeniero Moreyra sabe que ahora lo espera un gran desafío que será enfrentarse al mundo laboral pero está confiado que si necesita “una mano” tiene en la universidad un aliado. Por eso alienta a que quien aún no encaró la aventura de una carrera universitaria, se anime. “Es lo mejor que puede hacer.  Se puede acercar con toda confianza; va a encontrar gente maravillosa como la gente que encontré yo. Lo aliento de todo corazón a que se esfuerce y sea valiente ante todo lo que pueda llegar a venir y que termine la carrera”.

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