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En su décimo aniversario, inscripción récord en la UNAJ

— Nota publicada el 23 de noviembre de 2020 —

Más de 11 mil inscriptos para cursar en la Universidad Nacional Arturo Jauretche a partir del año que viene. La inscripción récord supera ampliamente los registros de los últimos cinco años, que habían alcanzado los 8 mil aspirantes a cursar las 23 carreras que ofrece la UNAJ.

A 10 años de su creación con la promulgación de la Ley Nº 26.576, la Universidad contará con 11.442 estudiantes nuevos para el ciclo lectivo 2020. Como si fuera un símbolo del 70° aniversario del decreto del Presidente Perón que consagró la gratuidad de los estudios universitarios en la Argentina, la consolidación de la UNAJ como una realidad para miles de jóvenes de la región, reafirma la justicia de aquella histórica decisión y su vigencia como uno de los pilares del sistema educativo argentino.

“Nuestra Universidad ha tenido un crecimiento enorme desde el punto de vista de la cantidad de estudiantes. Desde los primeros tres mil hasta esta inscripción de unos 11400 muestra ese desarrollo. Además hemos tenido un avance en cuanto al conjunto de carreras que estamos dictando, que son 23. Por lo demás, tenemos una inserción muy interesante en el territorio”, destacó el rector Ernesto Villanueva.

“Desde el punto de vista de la investigación ya tenemos una Unidad Ejecutora del CONICET y trabajos interesantísimos de desarrollo tecnológico”, agregó Villanueva a modo de balance de estos diez años. “Estas cifras de inscripción muestran una confianza enorme acerca de nuestra capacidad de trabajo”, agregó.

La procedencia de la matrícula confirma la regionalización de la universidad ya que no sólo se inscribieron vecinos de Florencio Varela, Berazategui y Quilmes, sino que también se destaca el interés por cursar en la UNAJ de otros municipios del conurbano sur, como Almirante Brown, Avellaneda, Lomas de Zamora, y también La Plata y el interior de la provincia de Buenos Aires.

Jimena tiene 18 años y vive en Florencio Varela, está cursando su último año de la Escuela Secundaria. Se presentó con los papeles para terminar su trámite de inscripción para la carrera de Ingeniería Electromecánica: “La UNAJ me da la posibilidad de estudiar algo que me apasiona y por lo que conozco, es una universidad donde las mujeres cursan cada vez más carreras que supuestamente son de varones”. Al respecto, en el 2016 el primer título en Ingeniería de la Universidad lo alcanzó una mujer, Sonia Fretes, de 23 años, que se graduó como Ingeniera Industrial.

En los primeros años de funcionamiento, la UNAJ se caracterizaba por recibir estudiantes que, al egresar del Secundario, primero tenían alguna experiencia en otra universidad y luego se inscribían en la Jauretche. Sin embargo, en los últimos años se incrementó la cantidad de jóvenes que eligen a la UNAJ como primera experiencia para iniciar sus estudios de grado. Cristian es de Almirante Brown, en enero cumplirá los 18 años y se anotó en la UNAJ porque “es una Universidad cada vez más reconocida, voy a estudiar Relaciones del Trabajo y aunque tenga otras universidades cerca de mi casa, elegí a la UNAJ porque me hablaron muy bien de su nivel y de los docentes que tiene”.

Un aspecto esencial de la UNAJ es su formación de profesionales comprometidos con su entorno. Tomás (22 años) se anotó para cursar Medicina porque “estuve comparando con otras universidades cómo es el plan de estudios y me gustó la propuesta que hace la UNAJ de formar profesionales con una mirada comunitaria, me gustaría ser Pediatra y asistir a los chicos de mi barrio, Villa España (partido de Berazategui)”.

En ese sentido, y de cara a lo que viene, el rector Villanueva reflexionó acerca del rol de la UNAJ y de su compromiso para la formación de profesionales comprometidos con su tiempo.

“La universidad tiene que saber combinar dos cuestiones: una calidad enorme y creciente en lo que se hace. Cómo enseñamos, cómo eso llega a nuestros estudiantes, si nuestros proyectos de investigación tienen resultados y esos resultados benefician a nuestra sociedad. Y una segunda cuestión; que ese conocimiento técnico no puede estar aislado de valores. Queremos profesionales comprometidos con su territorio, con su sociedad, y no profesionales que trabajen en contra de los intereses de nuestro país y nuestra gente”.

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