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Por Vanina Ortigoza, Licenciada en trabajo Social. Orientadora social en Escuelas Primarias de Florencio Varela

Didáctica Freiriana: reinventando Paulo Freire

Hoy te vi conectada… que rara me siento hablando de esta manera. Pero es el lenguaje que hemos tenido que aprender en estos más de cincuenta días de aislamiento que venimos transitando.

Llevar a cabo la tan anunciada Continuidad Pedagógica es casi un ejercicio malabarístico en tiempos donde los recursos no abundan… recibimos los cuadernillos impresos que facilita el Ministerio de Educación para dar marcha a la continuidad, pero los mismos resultan insuficientes ante la realidad que nos interpela.

Y así, las desigualdades se acentúan cada vez más, pese a que se doblegan voluntades para alcanzar a cada estudiante.

Frente a esta realidad, día a día seguimos desde las escuelas dando batalla a esta nueva forma de «hacer escuela» en tiempos de aislamiento.

El lema es #quédate en casa…todo va a estar bien…pero en casa quedamos más desvalidos que nunca, ya que nos invitan a participar de una escuela a la que no se puede entrar solamente con ganas y el guardapolvo puesto.

Esta nueva escuela es encantadora y creativa…atractiva, interactiva y súper moderna. Pero no es accesible a todos.

Si bien ofrece tiempos más generosos que los de la escuela de ladrillos, para entrar hay que tener algo que la gran mayoría no tiene…conectividad.

La situación que me invita a escribir es una de tantas, la de una niña que quedó completamente aislada de la escuela, primero porque lo determinó un decreto y segundo porque así la dejó su realidad. Como la de tantos otros niños/as y también docentes, a quienes la falta de recursos tecnológicos los condiciona a participar de esta nueva escuela virtual.

Frente a esto se encuentra ella, una niña de una escuela rural de nuestro distrito, en donde estar aislado es moneda corriente porque forma parte de nuestro folklore y donde tenemos nuestras estrategias para conectarnos, pero esta vez el desafío crece porque no podemos tocarnos

Ni hablarnos de muy cerquita y tenemos que buscar la manera de llegar a esa escuela con los mismos recursos de siempre.

Ante esto se encuentra D, quien a casi dos meses de aislamiento no pudo sumarse al grupo con sus compañeros y su seño de 4to porque en casa no hay internet, ni computadora y el teléfono de mamá se rompió hasta nuevo aviso.

Si bien, la situación de pandemia nos atraviesa a todos, quienes nos invitan al trabajo mediante las redes ¿sabrán qué hay detrás de todos esos números que elevamos?

Garantizar un derecho sin los recursos suficientes pareciera ser una doble afirmación del faltante de ese recurso.

Pretendemos responder de manera equitativa y dar las mismas oportunidades aun sabiendo que no disponemos de los medios necesarios.

Es así como D…pudo volver a la escuela, sorteando todos estos obstáculos que empiezan y terminan en la misma relación, Escuela/Familia, sin más intermediarios ni recursos que los de siempre.

En tiempos de aislamiento y fuera de todo protocolo la escuela sigue firme, siendo andamio y también pilar, ante situaciones que se resuelven sin que ninguna política habilite los recursos necesarios y suficientes para que realmente se pueda garantizar el acceso y el derecho a la educación para todos.

Una vez más, nuestra escuela llegó hasta «ahicito», como dicen amigablemente los de nuestra comunidad, cuando atraviesan varios campos y surcos para llegar a estudiar a nuestra escuela. Esta vez cruzar los surcos, cuando sabemos que no se puede, fue un doble logro, porque te hicimos visible y vos nos devolviste tu imagen cuando te vimos conectada en la pantalla de nuestros teléfonos…ahora devenidos en aulas virtuales.

Tu situación me lleva a pensar y repensar, que como vos hay miles de estudiantes de todos los niveles esperando una respuesta para que los veamos conectados.

Es evidente que no está entre nosotros esta respuesta… sino en quienes deben habilitar los canales de comunicación suficientes para que hablar de Continuidad Pedagógica sea algo real y no pura ficción como demuestran los números.

Universidad Nacional Arturo Jauretche
Calchaquí 6200 (1888), Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires, Argentina
Tel: +54 11 4275-6100 | www.unaj.edu.ar

ISSN 2545-7128

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