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Por Ernesto Villanueva, Rector UNAJ

Pandemia

A mi juicio tenemos varias pruebas de fuego por delante. La primera es obvia, la de como afrontamos y tendemos a resolver la crisis de la pandemia. Hasta ahora nos ha ido bastante bien. La cantidad de infectados es menor que la curva de crecimiento normal que nos indicaba al principio. Ahora, este éxito que está teniendo la cuarentena lleva a un gran problema que es cómo vamos saliendo de ella sin recaer en las cifras iniciales. Retomar una cuarentena más adelante hablaría de un triunfo ilusorio en esta etapa y, al respecto, ya encontramos que la reacción está haciendo planteos alternativos a los que impulsa el gobierno nacional.

Las primeras formas de combatir el poder que se va concentrando en manos de la Nación, fue no respetarlo: no a la cuarentena, el tema económico es más importante que el hecho de que haya algunos infectados, desconfiamos de la cantidad de muertos, desconfiamos de la cantidad de infectados, y porque no ponemos estos reactivos de aplicación rápida, no, es mejor decisiones descentralizadas y argumentos análogos, a los que en estos días se le agregarán el episodio del viernes con largas colas de jubilados y la compra de alimentos por encima del precio de referencia por parte del Ministerio de Desarrollo Social. También, la discusión al respecto de cómo coordinar, por ejemplo, las tareas en materia de salud entre el sector privado y el sector público, un antecedente importantísimo con la concentración de las compras por parte del gobierno nacional para los respiradores.

Pero, de aquí en más y, en la medida en que vayamos triunfando, en la medida que los infectados vayan creciendo de manera ordenadita, las dificultades del camino van a ser más complejas. ¿Cómo mantener este ritmo incluso incrementándolo sin una debacle total en el plano de la comunidad, en el plano de las relaciones humanas y en el plano económico? No se puede mantener a las familias separadas durante muchísimo tiempo; finalmente cuajan algunas debilidades, lo vimos el otro día con el tema de la apertura de los bancos, un montón de personas fue al banco simplemente para salir después de casi un mes de estar en sus casas.

En este camino estaremos jugando de nuevo la posibilidad de una construcción popular de poder o una construcción que remita al pasado. Hasta ahora a mi juicio vamos bien pero no está nada definido.

La segunda gran prueba de fuego es que, en parte, este gobierno confiaba muchísimo en la propuesta económica que ha hecho Matías Kulfas en su libro. Exportaciones agrarias, Vaca Muerta y en lo coyuntural lo que plantea Guzmán, tirar muy para adelante el pago de la deuda. Pues bien, nos hemos quedado sin la posibilidad estratégica, al menos en el corto plazo. Las exportaciones agrarias se van a reducir, Vaca Muerta o se para o se ralentiza muchísimo la actividad y entonces para Argentina queda como único camino el del mercado interno, en un mundo muy convulsionado. Ya todos escuchamos las afirmaciones del secretario de comercio de Trump, que ahora descubrió la extraordinaria idea de Aldo Ferrer, vivir con lo nuestro. Esto significa que va a haber una debilidad de los poderes internacionales sobre Argentina, no digo análoga a lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, pero, en algún punto bastante parecido y, por ende, una relación mas favorable desde lo popular hacia las estructuras de poder interno. La cuestión es cómo aprovechamos eso, la cuestión es cómo organizamos sectores populares de modo tal de avanzar en ese plan. A mí me preocupo mucho la actitud que tuvimos entre las PASO y las elecciones definitivas en donde el triunfo fue tan importante que dio paso a la idea de desmovilización. Macri hizo todo lo contrario y vimos que pasamos de 18 puntos de diferencia a solo 8. Yo creo que está muy bien más poder estatal frente al poder privado, pero el poder estatal tiene que estar respaldado en un apoyo popular activo, no en el acompañamiento pasivo.

Hace años un dirigente del Movimiento Evita decía que encontraba que Néstor y Cristina estaban siempre a la izquierda de ellos, lo decía como un elogio, a mí me preocupa ese elogio. Quien conduce no puede estar a la izquierda del grueso de los sectores populares, tienen que provenir de estos sectores, exigencias, exigencias y exigencias y el gobierno recogerlas, sí el gobierno hace punta solo, tiene también el riesgo de quedarse solo. Y me parece que esta prueba de fuego hoy, claro que es difícil pensarla, esta prueba de fuego no está siendo tenida tan en cuenta. Es difícil encararla porque estamos todos en nuestras casas. Pero, el otro día estaban los viejitos en la calle, ¿estaban las agrupaciones populares para ayudar de modo tal que fueran vacunados, que se los acompañara a la casa, que se los aprovechara para hacer un censo de ellos de modo tal que en el futuro no necesitaran salir sino por placer y no por obligación? La idea de los voluntarios acompañando a la gente de la tercera edad es muy importante, lo mismo podemos pensar hacia los chicos esto es, que forma de actividad política popular tenemos que desarrollar en esta etapa acorde con las características de la situación. El tema de los comedores populares, el tema de las donaciones, el tema en fin de movilizar a cada uno de nosotros de modo tal que quedarse en la casa haya sido un paso y que lo más importante haya sido ayudar al otro. Y, sobre todo, en unos días más lograr que el aislamiento sea barrial o por cuadra, y no individual, ¿qué podemos hacer al respecto? Me parece que en estas dos cuestiones se está jugando bastante el camino de próximo año del gobierno y porque no decirlo de todo el gobierno.

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