En este cuarto número de la Revista Pueblo nos hemos propuesto reflejar la mirada de estudiantes de Trabajo Social respecto de la vida y derechos de las mujeres, de las diversas identidades que han podido expresarse a partir de la organización y la visibilización que generó el movimiento Ni Una Menos, pero que viene desarrollándose desde hace muchos años en nuestro país.
Desde de lo cotidiano que significa vivir en el conurbano bonaerense como mujer, como joven, como jubilada, como travesti o como tantas otras identidades que ven vulnerados sus derechos por no pertenecer a la identidad hegemónica, pero sobre todo por revelarse a ella, hemos decidido publicar estas notas, que son el producto de la reflexión teórica de les estudiantes de Trabajo Social a partir de su propia experiencia, de observar lo que le sucede a su entorno familiar, a su barrio, a su país.
A pesar del avance en algunas cuestiones que refieren al colectivo de mujeres y las disidencias, los avances no logran ser suficientes para garantizar la igualdad de oportunidades para todes, y en particular en contextos donde la desigualdad económica, pero sobre todo la desigualdad social en términos de identidades de género, clase social, raza, edades afecta particularmente a diferentes grupos.
Esperamos que estas notas logren interpelar el sentido común, un sentido común que muchas veces se convierte en opresor, incluso de aquellas personas a las que queremos. Esperamos que muches se sientan acompañades en estas líneas, y que sean una invitación para acercarse un poco más a quienes están cerca y les suceden cosas parecidas, o no, pero que tengan ganas de acompañar en su reclamo justo, que esta revista sea una invitación para organizarse, para estar juntes, no solo porque es la única manera de transformar la realidad, sino porque consideramos que es la mejor manera de vivir.